Esta mañana de sábado era otra de esas que encienden nuestro corazón Pueblero, porque un buen pueblero no se pierde nunca la oportunidad de conocer y recorrer lugares de todas las perspectivas posibles, en este caso… en todos los vehículos posibles.
El golcito y el fiat uno de quien les habla ya nos acercaron a estos caminos, pero la invitación esta vez tenía mucha más adrenalina. Recorrer el camino que une La Cruz con Lutti a bordo de un UTV y con pilotos de primera línea, era algo imperdible.
Con el Río La Cruz como testigo de la largada, Ignacio y yo, con nuestros respectivos compañeros al volante comenzamos un camino que nos hizo vibrar de alegría y temblar de emoción (porque acá miedo nadie tiene)
A medida que subíamos, la organización impecable de Marcelo Cerutti mostraba la marcha organizada y respetuosa con otros transeúntes del lugar, esperando a los compañeros y acompañando todo el proceso para estar seguros en grupo.
Nos sentimos extremadamente seguros por la profesionalidad que mostraban los organizadores y nuestros pilotos.
Nuestro destino: Parador Rural Los Prados, un parador especializado para el entrenamiento de deportes de montaña, encuentros deportivos y culturales casi en el filo con Merlo, San Luis. Un lugar paradisíaco que te llena de magia al entrar y ver la vista impresionante desde el campamento principal.
Nos esperaban empanadas fritas (que ayudamos a hacer), y un asado con vacío, cordero, morcilla, chorizo y ensalada bajo la sombra de un ciruelo florecido que nos llenó de lluvia de sus pétalos blancos.
Como si esto no fuera suficiente, después de llenar la panza hasta no poder más, hacer un poco de mozos y disfrutar charlando con el grupo, emprendimos el camino de 5 km hasta el río que pasa por dentro del mismo predio.
Stralink fue protagonista en este momento, porque logramos trasmitir por primera vez en VIVO desde este rincón tan impensado de nuestras sierras.
Si quieren ver como salíamos hasta el río, en VIVO, sin ediciones, lo tienen a continuación.
Siguiendo pircas y huellas en quebradas impresionantes, logramos llegar a la paradisiaca playa costa del Rio Lutti, con sus aguas cristalinas, donde la aventura se convirtió en el desafío de cruzar.
Algunos ilesos, otros con los pantalones mojados, con un poco de miedos y emociones al límite logramos experimentar la impresionante técnica de estos vehículos especializados en terrenos rocosos y que fueron puestos a prueba en estas tierras calamuchitanas.
¿Que pensarían los Comechingones? les hubiera venido muy bien un polaris para su esencia nómada en los caminos serranos de nuestro hermoso Valle.
Volvimos ya con el sol cayendo detrás, con la luna sobresaliendo entre los últimos colores rojizos en el cielo, y con la música que llamaba a seguir este sábado increíble bailando.
Pero no lectores…
Después de tanto baile en las alturas, hay que ir a dormir.
Cuando descansas con la certeza de haber logrado tener una gran aventura, descansas mejor.
Recomendamos vivir una aventura en Polaris alguna vez, cruzarse con un jóven piloto de rulos o salir con amigos a rutear las sierras, tanto como meter las patas en un frío río de altura, o chuparse los dedos por el jugo de las empanadas…
Cosas muy de puebleros.
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